Problemas de lateralidad
Como se ha dicho anteriormente, el principal problema de lateralidad en las edades preescolares radica en que los niños no utilicen preferiblemente su lado más hábil, para los niños del proyecto esto implica una detección previa del sentido, que se utilice más habitualmente, y observar, la destreza con la que se ejecutan las actividades dispuestas. Solo de esta forma, se podrán detectar características como: la falta de discriminación entre izquierda y derecha, lateralidad cruzada, ambi-dextrismo o zurdera retraída (Llano Sierra & Patiblanco González, 2015). Mientras que, algunos manifiestan que tanto la lateralidad cruzada, como el ambi-dextrismo y la zurdera contrariada representan un problema, para algunos autores la lateralidad cruzada no representa una patología, siempre y cuando en cada miembro, la lateralidad se encuentre bien definida. Lo que sí, es un hecho es que hay que procurar una lateralidad homogénea (ya sea diestro o zurdo, pero homogénea)”
En este sentido, la automatización de la lateralidad debe ser un proceso indiscutido en edades tempranas para conformar bases de orientación espacial, y evitar problemas de ubicación correcta de izquierda o derecha con relación, a sí mismo, o de orientación dentro de su entorno.
La adquisición definitiva de la lateralidad es lo que nos permite distinguir efectivamente la derecha de la izquierda y la única manera de tomar conciencia, de esta distinción, es con la práctica. Hasta que no se produzca claramente la diferenciación en las acciones de habilidad y fuerza, que requieren el uso de una mano o pie sobre el otro, el cerebro no definirá la referencia, con lo cual, la persona mantiene (a veces durante toda su vida) ciertas dudas, cuando se le pide que utilice una mano o que gire hacia determinado lado (Boulch, 1995).
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